A la memoria de Estefanía Toscano Sánchez
Durante más de nueve años no sólo compartimos despacho en la misma editorial, sino que además se estableció entre nosotros una profunda amistad aderezada de largos paseos, exposiciones, tiendas de comics y comidas de Viernes. También llevamos a cabo la edición de dos libros de cuentos, que se convirtieron en la punta de lanza de un montón de proyectos que ahora, sin su presencia, van a ser muy difíciles de retomar.
En todo ese tiempo, los que fuimos sus amigos pudimos compartir su particular visión de la vida y un hedonista sentido de la realidad. Nunca olvidaremos el desparpajo del que hacía gala diciendo palabrotas en catalán o esos bailes de salón que se marcaba en medio de la oficina. Su generosidad y calidad humana siempre fueron pareja a su profesionalidad y un encomiable sentido del trabajo.
Su marcha nos ha dejado un vacío irreemplazable. Es muy difícil pensar que alguien con el que has compartido tantas cosas, deje de estar ahí. Siempre hay un momento del día en el que le echo horríblemente de menos, y no soy el único; pero no nos podemos dejar llevar por la pena o el desánimo, ahora es nuestro turno. Hay que convertir el amargo sabor de las cosas que no volverán, en el dulce vino del recuerdo que le mantenga viva siempre.
De ahí el título de este post, NO TENÍA una amiga, TENGO una amiga, y todos los que le QUEREMOS le tenemos a nuestro lado y nos acompañará el resto de nuestras vidas.
mientras lloro pienso que yo tengo dos grandes amigos
ResponderEliminarjoder
besos
Malu
Muchas gracias Elio, gracias por todo.
ResponderEliminarGracias por este entrañable recordatorio y por ser ese magnifico amigo que tanto dio por mi hermana.
José A. Toscano
Te echo de menos, aunque sueño contigo...un abrazo a su familia y amigos. Que pena que no llegaste a conocer a mi niña...seguro que la proteges desde el cielo...Siempre te recordaré como una compañera y amiga mágica y especial. Un ángel...
ResponderEliminarEva